La bonanza del sector inmobiliario es un canto de sirena que atrae a profesionales inmobiliarios de dudosa reputación. Las posibilidades de inversión y, por lo tanto, de beneficios, suponen un gancho para oportunistas faltos de la profesionalización y experiencia necesaria para llevar a cabo un negocio de tanto peso en la economía. ¿La solución? Según algunos expertos, es necesario regular el sector con el apoyo de la normativa. Para otros esta solución no es viable: no se pueden poner puertas al campo. Te lo contamos todo a continuación.
Medidas frente al oportunismo en el Sector Inmobiliario
Una historia que viene de lejos
Dicen que la historia siempre se repite. Que no aprendemos y que los ciclos vuelven. Y el sector inmobiliario no se libra de ello.
Antes del 2008, justo antes del comienzo de la crisis, la buena marcha del sector inmobiliario atrajo a negocios y profesionales faltos de experiencia, con el único afán de ganar dinero rápido y sin complicaciones. Estos nuevos profesionales fueron apodados ”los chiringuitos” y con la llegada de la burbuja, que ellos ayudaron a crear, fueron los primeros afectados por la poca solidez de sus negocios.
¿Cuáles fueron las consecuencias? A raíz de la explosión de la burbuja, la banca restringió el acceso a la financiación, para así dejar fuera de la carrera a los oportunistas. Y hoy en día, el cuento se repite 10 años después, aunque con menos intensidad. Actualmente, el crecimiento del sector inmobiliario atrae a un sector oportunista en busca de dinero fácil aprovechando el tirón del mercado.
La aparición de nuevas compañías de dudosa experiencia e intenciones pone en alerta a las firmas consolidadas del sector, que temen por las repercusiones (para mal) que estas puedan tener en el equilibrio del sector. Un equilibrio al que ha costado mucho llegar tras un ciclo a la baja que ha tenido un impacto negativo en la imagen del sector.
Limitar las comisiones de las agencias: ¿Sí o no?
Una de las propuestas para regular sector inmobiliario es limitar las comisiones que cobran las agencias inmobiliarias por sus servicios. Podemos ha sido el partido político encargado de lanzar este órdago para incluir esta medida en el nuevo Plan de Vivienda.
Algunas voces del sector inmobiliario no han tardado en mostrarse críticos con esta medida. Es el caso de APEI (Asociación de Expertos Inmobiliarios), los cuales consideran que las medidas tienen ‘buenas intenciones’, pero que son ‘injustas e inviables’ ya que, por ejemplo, el desembolso de los jóvenes para acceder a la vivienda es muy poco, por lo que las agencias ven disminuidos sus ingresos. Y actualmente, los bajos sueldos y la crisis repercuten de manera directa en el mercado inmobiliario.
Así, Óscar Martínez (presidente de APEI) explicaba a la agencia EFE que “el sector necesita una regulación que aporte transparencia y excluya las malas praxis, pero no medidas sin fundamento y oportunistas”. Lo que sí considera primordial, antes que limitar la comisión de las agencias, es la implantación de una regulación para que los asesores y las agencias inmobiliarias “actúen con más transparencia”.
Además, Martínez incide en que es necesario no limitar la comisión porque muchas operaciones no se cierran, por lo que es mucho el tiempo invertido a través del trabajo necesario en estas operaciones. En este sentido, Óscar argumenta que necesitan compensar por otro lado.
Registro oficial de los agentes inmobiliarios
En algunas comunidades como Madrid, se están implementando medidas que consisten en el registro voluntario de los asesores inmobiliarios en una base de datos oficial, para, de esta manera, obtener más transparencia y control sobre los profesionales.
En esta línea, Mártínez considera que estas medidas deberían ser de “obligado cumplimiento para poder ejercer como agente inmobiliario”.
Según el registro de empresas activas del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2017 había en marcha 67.812 compañías de promoción inmobiliaria, la menor cifra en la serie histórica de este organismo que comienza en 2008 con 106.375 firmas. Aunque el sector de la promoción está más a salvo, el que no se libra es el de la intermediación donde las exigencias económicas para la puesta en marcha de una empresa son mucho menores.
Vender una vivienda no se trata solo de subir fotos en internet, enseñar la vivienda, cerrar el pacto, cobrar una comisión y hacer caja. Los actores del sector inmobiliario tienen en sus manos la responsabilidad de crear un sector más sostenible, que incidirá de manera directa en el conjunto de la sociedad.
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Con el seguimiento de un profesorado universitario activo en el sector y conocedor de la realidad del mismo, el alumno podrá, por su cuenta, o como parte de una empresa: dirigir, gestionar, rentabilizar una empresa inmobiliaria, elaborar el plan de negocio inmobiliario, planificar la promoción de la marca y del catálogo de propiedades y muchas otras responsabilidades afines.
Excelente artículo creo que todos debemos exigir que la persona que nos atienda esté acreditada y nos de una garantia profesional.