Hemos hablado anteriormente del concepto instrusismo laboral, pues bien, sabemos muy bien que en la industria inmobiliaria, es de los sectores con más intrusismo de profesionales. Por ello, para que un gestor inmobiliario pueda diferenciarse de la competencia y ser más competitivo en el sector, como también triunfar en este mercado, debe necesariamente especializarse y formarse adecuadamente. Sobre todo en este momento, en el que la actividad se está remontando.
La crisis inmobiliaria ha hecho madurar más a los usuarios de este sector, haciéndolos más exigentes, tanto en la adquisición de su primera vivienda como en la segunda vivienda. Ya no existen los “chollos” que se consideraban antes de la crisis. Por lo que, para realizar un venta, es preciso asesorar con precisión sobre las tasaciones de las propiedades, así como, la atención hacia el comprador con tranquilidad y total transparencia durante todo el proceso, en conclusión, ser un agente inmobilario exitoso.
Vital es mantener buena comunicación, es importante ofrecerle un asesoramiento personalizado a cada cliente, teniendo en cuanta sus necesidades y sus preferencias en todo momento. Además, de asesorarle en temas más complejos como el pago de posibles impuestos u otros pagos anexos que deberán hacer frente.
El profesional inmobiliario debe tener en cuenta no solo al comprador haciendo barridos de búsquedas en funciones de sus necesidades, sino también al propietario que anuncia su vivienda, informándole en todo momento de donde va a aparecer su propiedad, cómo va el proceso y los contactos que se mantienen.
En rasgos generales, un profesional inmobiliario debe cumplir las siguientes premisas en su trabajo:
- Transparencia. Mantener siempre informado al cliente de todas las gestiones que va realizando y todos los contactos que está manteniendo.
- Cuidar al cliente. Parte del éxito es cuidar la cartera de cliente con un seguimiento de sus necesidades y preferencias, aunque éstas vaya variando.
- Especialización. En un sector tan complejo, es muy importante adaptarse en las distintas funciones y dar un asesoramiento especializado y sectorizado, tanto de la actividad como de la zona.
- Asesoramiento. A la par del objetivo de especializarse, hay que tratar de abarcar todo el mercado para poder ofrecer un servicio integral del proceso.
- Formación. Reciclarse y estar actualizado en conocimiento del mercado, es un punto clave para poder dar el mejor servicio al cliente.
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