Ésta es la pregunta que nos hemos hecho esta semana, si la situación económica que está viviendo actualmente España puede llevarnos a una nueva burbuja inmobiliaria cómo la que hemos venido arrastrando desde el año 2008, pero son muy distintas las circunstancias que actualmente está en España si la comparamos con la que existía hace 10 años.
Algunos de los condicionantes que hemos de tener en cuenta para poder valorar la existencia de una nueva burbuja inmobiliaria son los siguientes: la posibilidad de adquirir una nueva vivienda actualmente se ha dificultado mucho para la mayoría del público, a pesar de que las viviendas son más baratas, si las comparamos con los precios que había antes de la crisis; además, el acceso a una hipoteca se ha endurecido, ya que los bancos exigen muchas más garantías para asegurar que se va a devolver el dinero prestado.
Los contratos de alquiler se han ido incrementando progresivamente durante estos años de crisis, hasta superar actualmente el 40% de jóvenes que prefieren vivir de alquiler antes que adquirir una vivienda.
Sin embargo, el número de viviendas vacías en España sigue siendo alarmante, a pesar de que la mayoría de entidades financieras han tratado de ir desprendiéndose progresivamente del ingente número de viviendas que formaban parte de su cartera, todavía sigue existiendo un remanente considerable que supone un freno para el crecimiento del sector.
España se sigue caracterizando por ser un país con una mentalidad por adquirir una vivienda nueva, son muchos años en los que se ha inculcado por parte de padres a hijos la creencia de que alquilar una vivienda supone “tirar el dinero”, a diferencia de muchos países europeos circundantes, que se caracterizan por tener la preferencia de alquilar antes de comprar una vivienda.
El contexto de recuperación económica ha propiciado que el nivel adquisitivo haya mejorado levemente, pero todavía existen enormes diferencias con la situación que existía en el 2008, cuando la adquisición de una segunda vivienda era habitual, en esos años, la concesión de una hipoteca era relativamente sencilla, y los bancos muchas veces no tenían en cuenta si el hipotecado iba a poder devolver el dinero que se le prestaba.
Gran parte del crecimiento del mercado inmobiliario español actual viene determinado por el incremento de la inversión por parte del capital extranjero, que sigue concibiendo a España como un lugar excelente en el que poder realizar inversiones inmobiliarias, por el bajo precio de los inmuebles que hay en la actualidad y la posibilidad de seleccionar aquellas zonas en las que más interesa adquirir una vivienda.
En conclusión, los tipos de interés siguen en mínimos históricos y los precios de las viviendas han tocado fondo, después de muchos años de bajadas, así que si estás considerando la posibilidad de comprar un piso, es un momento ideal para hacerlo.
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Más información:
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¿Se acerca España a otra burbuja inmobiliaria como la de 2008?
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