Bajos, semisótanos, porterías, estudios minúsculos, pisos interiores sin una sola ventana, viejas buhardillas… En plena euforia inmobiliaria se vendieron en España todo tipo de activos. Ahora, son los pisos que no quiere nadie. Viviendas vacias en algunos momentos por las que se llegó a pagar unos 2.800 euros el metro cuadrado y que ya no encuentran salida en el mercado ni por 1.000, según datos de Sociedad de Tasación.
Son infraviviendas, pisos subestándar o subprime (cualquiera de estos calificativos los describe a la perfección) cuyos precios se han hundido un 65% desde máximos. Pisos que nadie quiere, en algunos casos, al borde incluso de la legalidad.
En pleno boom no importaba su ubicación, la superficie, sus calidades,etc. Cualquier cosa con cuatro paredes estaba en venta y lo más significativo de todo, siempre había compradores para unas viviendas vacías que hoy en día dudaríamos incluso de calificarlas como tal.
“Se vendieron muchas casas que nunca deberían haber sido viviendas. Estoy convencido de que muchas ni siquiera contaban con cédula de habitabilidad. Garajes y locales reconvertidos en viviendas, buhardillas de apenas 15 metros cuadrados, pisos literalmente interiores sin una sola ventana…”, comenta a El Confidencial Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.
Viviendas que hace apenas cinco años los vendedores se quitaban de las manos en un abrir y cerrar de ojos pero que ya no tienen mercado y que han sufrido un brusco ajuste de precios. Solamente en el último año, la caída de precios roza el 23%, mientras que desde los máximos de 2007, el desplome roza ya el 65%, según Sociedad de Tasación.
“Estamos hablando de viviendas que hace cinco años tenían mercado pero ahora nadie las quiere, ni siquiera a precios de derribo”, asegura Juan Fernández-Aceytuno, director general de la tasadora.
El precio del metro cuadrado de este tipo de inmuebles se mueve en la actualidad en torno a los 1.000 euros frente a los aproximadamente 1.200 de inmuebles de calidad media (como podría ser una vivienda de 40 o 50 años situada en un cuarto sin ascensor) o los 2.000 euros de los de alta calidad.
Pisos que ya nadie quiere
“Son activos muy baratos, pero al mismo tiempo muy problemáticos porque son de muy mala calidad y no encuentran quien los quiera comprar”, señala Fernando Rodríguez de Acuña Rodríguez, gerente de la consultora RR de Acuña y Asociados. “Son pisos muy baratos pero que nadie quiere porque quien estaba dispuesto a comprarlos en pleno boom ahora está en paro y no tiene acceso a la financiación. Y, por el contrario, quien sí quiere y puede comprar una vivienda, no quiere este tipo de pisos, lo que está presionando fuertemente a la baja los precios de estos activos. Pisos que en 2008 se vendían por 200.000 euros hoy no encuentran comprador ni por 30.000”, añade.
Este tipo de viviendas “ni siquiera son lo último en venderse. Actualmente hay mucho producto donde elegir, a precios muy bajos y en mucho mejor estado”, explica Jesús Duque.
De hecho, la corrección de precios en viviendas de calidad media también ha sido muy significativa. No tan abultada como en los pisos subprime, pero sí importante. En el tercer trimestre de 2013 y en términos interanuales, las viviendas libres de calidad media han caído casi un 14%, un 46,8% desde los máximos. Por este tipo de inmuebles se pagaba en el segundo trimestre de 2007 a 2.260 euros el metro cuadrado. Ahora, apenas 1.200. Por el contrario, las viviendas libres de mayor calidad han retrocedido un 35% desde máximos y un 16% en el último año. El precio del metro cuadrado actualmente se mueve en torno a los 2.000 euros, frente a los 3.200 de 2007.